11 de enero de
2006. (3)
Del porque de las pruebas.
Me gustará tratar de este pesado tema de las
pruebas que viváis y viváis de nuevo, amigos míos.
Lo que llamáis sencillamente pruebas, sólo
son ocasiones para mejoraros y haceros más alto. Que sea en vuestro raciocino,
en vuestra alma, o en vuestro corazón, os pido bien tomar en cuenta es
fragmento como cámaras hacía la que seréis dentro de poco tiempo. Que esto sea
claro en vuestros espíritus.
No hablaré de estas pruebas que os imponéis
voluntariamente en todo tipo de camino apartado del de la Luz. Esto es una
elección de vuestra parte, para huir vuestro verdadero camino.
Lo que vengo hablar con vosotros, es de orden
de la voluntad divina, y es otra cosa.
Hay etapas en la vida a las cuales no podéis
escapar, como cada uno. Es con estos términos con los cuales os hablo de
pruebas.
Sabed reconocer estas etapas cuando se os
presenten, como desafíos insalvables.
Hablaré entonces de estos casos de gran
enfermedad que pueden surgir y parecer frenaros en vuestro camino. Experimentad
estos caminos que no son fáciles, como probabilidades de entender lo que os
pasa. Intentad también en hacerlo un medio de conocer lo que nunca habéis
encontrado, es decir este amor y esta gratitud para vosotros.
Es a partir de entonces que sabrás curaros de
todo lo que vuestros cuerpo no habrá exprimido. Sed condescendientes para
vosotros mismos, como lo sería una madre con su niño, y esto, ya os lo he
dicho.
¿ Qué hacer cuando tal prueba os ocurre ?
Primero, sed en el respeto de lo que os
ocurre, ya que el rechazo es el único medio de hacer obstáculo a toda forma de
curación.
Sabed ver a TRAVÉS las apariencias de la
vida, y tomad esta ocasión que vuestra vide os ofrece para aislaros en el
respeto de vuestro corazón, … ¡ y escuchad !
Escuchad lo que vuestra voz interior os está
diciendo.
¿ Habéis estado demasiado bonito o
preveniente para vosotros mismos ?
¿ Habéis presumido también de vuestras
fuerzas ?
¿ Os habéis renegado del provecho de un
causa, o de una persona que pensabais ser más valerosa que vosotros mismo ?
Todo esto es pistas que os doy para ir a
vuestro fondo, para extirpar las raíces de vuestro mal que se hace oír de
manera sorda a través de vuestra enfermedad.
Sed tierno y cariñoso, sed el espectador de
vosotros mismo : os pido que no emite un juicio entonces, sobre la postura que
habáis podido tener para vosotros.
Los tiempos del pasado pasaron, y sabed
dejarlos donde están ahora.
Lo más importante para vosotros en esta hora,
será ser él que escucha, y que remedia sus errores que habéis tenido en contra
de vosotros.
Os veo sonreír y entender lo que os dicho en
estos momentos.
Pero os aseguro que tengáis trabajo con
vosotros mismo, antes de que incorporéis mis palabras con su justo peso.
Nada será más ligero que vosotros, el día que
entenderéis esta verdad que os doy en seguida :
Dejad correr dentro de vosotros el amor y la
alegría , y nunca seréis en estos estados de enfermedad, o de fatiga que quizás
aún conocéis.
La Luz es un remedio potente a los males de
todo tipo, y os invito más y más en “ ducharos ” de estas energías divinas que están a vuestro
alcance lo más a menudo posible.
Dejad ir esta alegría del fondo de vuestro
ser, y haced de modo que la prodigáis sobre la Tierra, y a vuestro rededor.
Es como eso que os quiero ver, ligeros y
alegres, en la gloria de vuestra potencia de nuevo encontrada.
Os doy mi paz
Os agradezco.
Sananda.
|